Recuerdo las Navidades cuando niña, donde toda la familia nos juntábamos en torno a un brasero, mis tíos, mis primos, mis abuelos, mis padres y hermano.
En la mesa había un sin fin de manjares navideños nunca faltaban en las fiestas, turrones, mazapanes, alfajores, peladillas y polvorones, íbamos cogiendo lo que más nos apetecía, entre charlas, juegos y risas, con las ilusiones puestas en estas fechas que tantas ilusiones y alegrías nos aportaba.
Mi tía esperaba nuestra llegada para que fuera yo la que le ayudará a colocar todos los adornos, montar el pesebre y el árbol era casi una tarea que las dos hacíamos con cariño, además nos divertía mucho pues nos encantaba sentir ese espíritu navideño que tanto me hacía sonreír, ¡Ah! no os lo he dicho pero todo esto amenizado con unos buenos villancicos que sonaban sin cesar en el tocadiscos de mi tío, que tiempos aquellos.
Siempre tarareaba las canciones que tanto me gustaba escuchar..."En un pesebrito que José limpió le hicieron la cuna al hijo de Dios, su madre en los brazos durmiendo le está y quiere dormirle con dulce cantar y un ángel responde al mismo compás; gloria en las alturas y en la tierra paz..."
Y que decir de las comilonas, las que nunca pueden faltar, el caldo rico de Noche Buena, el pollo al horno por Navidad, las uvas en Noche Vieja, los canelones el 1 de enero y el roscón de reyes para el 6, siempre con la sorpresa escondida en su interior, que por supuesto solía ser un rey mago... Melchor, Gaspar o Baltasar.
La ilusión de ver la cabalgata de Reyes, entregar la carta en mano al rey Baltasar, sentía que era especial, le pedía los regalos que más me gustaban, además le decía también lo buena que había sido ese año, ¡Oh! los ojitos se me ponían como estrellas brillantes en el cielo, la ilusión de un niño es la ilusión de todos, por lo menos ahora lo veo así.
Nunca dejéis escapar la fe ni la esperanza porque nos queda la ilusión que tenemos que mantener viva en nuestros corazones, así que hago un brindis con todos mis amigos y lectores para que estás fiestas sean como las de antaño, recordarlas con amor y con amor os llenarán vuestros corazones en las presentes.
¡Feliz Navidad para todos! Y feliz año 2016 que os colmen de salud, amor y prosperidad. Mis mejores deseos para todos hoy y siempre.
© 2015 Rosana Martí ®
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